domingo, julio 11, 2010

.la mesa está servida

Mate, tarde, cordones, pelotas, palomas, sudor, un poco de sol, perros, muchos perros, piedra libre, pitucón, compañero, pido, jugo, juega tibio.
Las paredes nos muestran cartas, historias que vivirán hasta la próxima desacertada decisión estética. Tienen un espacio indefinido en el tiempo, muestran lo que alguien después esconderá, casi siempre, siempre. Ahí es cuando alguien decide fotografiarlas, algún leve remordimiento interno nos revela que en alguna ocasión fuimos los ortivas que degollamos una historia sin ningún tipo de criterio, con la peor pintura, y el grito de tu madre que te llamaba a comer.

jueves, julio 08, 2010

.no se termina


Bueno, estaba ahí escondida, estaba cagada en las patas, pero no podía mirar mucho para los costados porque el lugar era chiquito, viste, no me podía mover bien. Hasta me estaba acalambrando un poco, pero no me importaba nada, el tipo estaba ahí y me sentía como en las películas de terror porque yo escondida y viendo las piernas del tipo que me estaba buscando y no me encontraba. POR SUERTE no me encontraba! Fueron unos minutos que me pasaron como horas, interminable, no me movía ni un milímetro, y como no podía ver bien tenía la sensación de que me iba a encontrar en cualquier momento y me iba a agarrar de sorpresa… Si hubiese pasado eso seguro no estaría acá, un ataque al corazón MÍNIMO!...
Sí, bueno, puede ser que me tome las cosas demasiado en serio, no sé. A mi me parece que si estamos jugando es a vida o muerte… Bueno está bien, no, nadie se muere, es un juego, pero juego a ganar y hasta que no escucho el ‘piedra libre’ no se termina.

lunes, julio 05, 2010

.congelada


Bebíamos, de otros tragos, de otras pieles. El descarte, un vicio amigo en el fondo. Por allá un empujón frenético desvía el calor de tantas razas congeladas por sus bocas. Por acá una magia agria marea a los que creyeron sin ver. Otro trago por favor.

domingo, julio 04, 2010

.mormones


Los mormones en las mañanas te extirpan el sueño, molestan inconclusos hasta sentirse eyectados por un grito demoníaco que sólo quiere gozar. Levanta y mójate la cara.